En pleno corazón de Santo Domingo está La Casa de Alofoke, el lugar donde to’ el mundo quiere llegar. Desde que tú entras, sientes esa vibra bacana: luces prendías, gente joseando, cámaras grabando y música sonando duro.
Las paredes tienen fotos y recuerdos de entrevistas históricas, de cuando los artistas que hoy son leyendas pasaron por ahí a contar su historia. Aquí no hay “pose”, aquí se habla claro, se debate fuerte y se representa la cultura del patio.
La Casa de Alofoke no es solo un estudio, es el punto de encuentro de los duros, el sitio donde los sueños del barrio se convierten en realidad. Si tú quieres sonar, si quieres que te escuchen, este es el escenario.
Más que una casa, es un símbolo de progreso, de joseo y visión, donde la cultura urbana dominicana tiene su trono.
